Autoestima y amor propio: ¿Qué son y cómo incrementarlos?
La autoestima y el amor propio son piezas fundamentales para la creación de una vida feliz. Estos dos conceptos, a menudo, se usan indistintamente. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes entre ellos.
¿Qué es la autoestima?
Autoestima es la evaluación que hacemos de nosotros mismos. Es la percepción que tenemos de nuestras capacidades y de nuestro valor como personas. Se desarrolla a lo largo de la vida y está influenciada por una variedad de factores, algunos genéticos y otros dictaminados por nuestras experiencias:
Nuestros genes: La genética juega un papel importante en el desarrollo de la autoestima. Nacemos con una predisposición genética hacia el optimismo o el pesimismo pero, no te asustes, no hay nada que no pueda cambiarse con el poder de la mente.
Nuestras experiencias: Las experiencias positivas, como el apoyo de los padres y el éxito, pueden contribuir a una alta autoestima. Las experiencias negativas, como el rechazo y el abuso, pueden contribuir a una baja autoestima.
Nuestras creencias: Las creencias que hemos ido creando sobre nosotros mismos a lo largo de nuestra vida, como nuestra valía y nuestras capacidades, influyen en nuestra autoestima. Aquello que nos contamos acerca de nosotros mismos, conforma nuestra realidad.
¿Qué es el amor propio?
Amor propio es el acto de aceptarnos y cuidarnos a nosotros mismos. Es la capacidad de tratarnos con amabilidad, compasión y respeto. Ese trato amoroso que le damos a nuestros seres queridos que, a veces, nos olvidamos de tener con nosotros mismo. El amor propio se basa en la autoestima, pero va un paso más allá. No solo debemos valorarnos, sino que también tratarnos con respeto y consideración para acrecentar nuestro amor propio.
¿Cuál es la diferencia entre autoestima y amor propio?
La autoestima se basa en nuestros pensamientos y creencias sobre nosotros mismos. El amor propio se basa en nuestras acciones y nuestro comportamiento hacia nosotros mismos. Mientras que la autoestima se refiere a nuestra juicio acerca de nosotros, el amor propio opera sobre la acción, en cómo nos tratamos. La autoestima es una creencia, mientras que el amor propio es un comportamiento.
¿Por qué son tan importantes la autoestima y el amor propio?
Es por demás sabido cuan importantes son estos conceptos y la enorme influencia que tienen en nuestra vida. La autoestima y el amor propio no solo contribuyen a nuestro bienestar físico y mental, impactan también de manera positiva en nuestros vínculos, ayudándonos a relacionarnos sanamente con los demás y a lograr nuestros objetivos.
Una persona con una alta autoestima es más resiliente, tiene confianza en sí misma, es más propensa a tener éxito y crear una vida feliz. Las personas con una baja autoestima son proclives a ser inseguras y vulnerables, y esto puede conducirlas a decodificar sus acciones como fracasos e incluso generar estados de ansiedad y cuadros de depresión.
¿Cómo mejorar la autoestima y el amor propio?
Para emprender este viaje, hay una serie de tips que van a ayudarte mejorar tu autoestima y amor propio.
1. Conocernos a nosotros mismos
Antes que nada, como cuando uno va al médico o lleva el auto al mecánico, debemos conocer el diagnostico, eso sería ser conscientes de cómo nos sentimos, cómo nos vemos y cómo nos tratamos. El primer paso para mejorar nuestra autoestima y amor propio es conocernos a nosotros mismos. Esto significa comprender nuestras fortalezas, debilidades, valores y objetivos.
Podemos conocernos a nosotros mismos haciendo ejercicios de autoconocimiento, escribiendo un diario o hablando con un terapeuta o coach de vida.
2. Aceptarnos
Una vez que seamos conscientes de nosotros mismos, es importante aceptarnos tal y como somos. No se trata de conformarnos, sino de comprendernos incluso con nuestras imperfecciones y defectos, con nuestras luces y nuestras sombras. Para comenzar a andar el camino hacia la mejor versión de nosotros, primero debemos aprender a aceptarnos y a amarnos por quienes estamos siendo hoy.
3. Fijarnos metas realistas
Fijarse metas realistas nos ayuda a sentirnos más seguros y capaces. Cuando logramos nuestras metas, nos sentimos bien con nosotros mismos. Cuando nos fijamos metas demasiado difíciles, podemos frustrarnos y sentirnos desanimados. Un tip para esto es pensar en pequeños logros que nos conduzcan hacia nuestro gran objetivo.
4. Rodearnos de personas positivas
Las personas que nos rodean tienen un impacto significativo en nuestra autoestima y amor propio. Rodearnos de personas positivas que nos apoyen nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos. La queja y el malhumor se contagian, el amor y la alegría, también.
5. Cuidarnos a nosotros mismos
Cuidar de nuestra salud física es tan importante como cuidar nuestra mente. Seguir una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente nos ayudará a sentirnos mejor. El amor se manifiesta a través del cuidado, no nos olvidemos de cuidar lo más importante que tenemos, a nosotros.
6. Hacer cosas que nos gustan
El ocio es una parte fundamental de nuestra vida. Tendemos a creer que es algo trivial pero hacer cosas que nos gustan nos ayuda a sentirnos plenos y eso impacta positivamente en nuestra autoestima y amor propio. Cuando hacemos cosas que disfrutamos, nos sentimos más felices y realizados. Es un auto mimo que nos damos. Un día disfrutado es un día bien vivido.
7. Perdonarnos
Todos cometemos errores. Es importante perdonarnos a nosotros mismos por nuestras fallas y aprender de ellas. Cuando nos perdonamos, nos liberamos del peso de la culpa y la vergüenza.
8. Tratarnos con amor
A veces somos demasiado duros y exigentes con nosotros mismos y, lo peor de todo, es que nos tratamos mal. Es importante escuchar cómo nos estamos hablando e identificar y desafiar nuestros pensamientos negativos, enfocándonos en nuestras fortalezas y logros.
¿Cómo identificar y desafiar nuestros pensamientos negativos?
Los pensamientos negativos son una de las principales causas de la baja autoestima. Para identificarlos, podemos empezar a prestar atención a lo que nos decimos: ¿Nos criticamos constantemente? ¿Nos comparamos con los demás? ¿Nos decimos que no somos lo suficientemente buenos?
Una vez que los hayamos identificado, podemos empezar a desafiarlos preguntándonos cuan ciertos son. ¿Hay evidencia para apoyarlos? ¿Hay otra forma de interpretar la situación?
¿Cómo enfocarnos en nuestras fortalezas y logros?
Todos tenemos cosas que nos enorgullecen de nosotros mismo y es importante que nos centremos en ellas. Cuando nos concentramos en nuestras virtudes, nos sentimos mejor con nosotros mismos. Algunas acciones que pueden ayudarnos a ver el lado positivo de la vida son hacer una lista de nuestras fortalezas y logros o pensar en momentos en los que nos sentimos orgullosos de nosotros y tratar de transportarnos mentalmente a esa situación para revivir el sentimiento.
Conclusión
La autoestima y el amor propio son esenciales para una vida plena y satisfactoria. Cuando tenemos una alta autoestima y amor propio, nos sentimos bien con nosotros mismos y estamos mejor equipados para enfrentar los desafíos de la vida. El camino del autodescubrimiento puede ser un viaje arduo, pero te aseguro que el premio que hallarás al final del viaje es el mejor regalo que puedas darte, amarte.
Si estás buscando mejorar tu autoestima y amor propio, un terapeuta o un coach de vida pueden ayudarte a identificar los pensamientos y creencias que están afectando tu autoestima y a desarrollar estrategias para mejorarla.